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Carta a Marcos, de Daiki Nishikawa

Encuentro con Marcos
El primer encuentro con Marcos fue en la fiesta de despedida del profesor italiano especialista en Ciencia Espacial en la Universidad de Barcelona. Yo estaba dirigido por Etsuro Sotoo, que es escultor jefe en la Sagrada Familia. Estuve en Barcelona investigando sobre la Sagrada Familia como estudiante de Master en el verano de 2014. Hay muchos japoneses que visitan la Sagrada Familia, es uno de los sitios turísticos más famosos. Se dice que es en Japón donde hay más libros sobre Gaudí. Yo soy uno de los que han sido atraídos. Quería conocer a Mr.Sotoo y podría, al fin, reunirme con él tras varios intentos de quedar con él. El Sr. Sotoo me presentó a todos los que estaban en la fiesta de despedida. Todos se me presentaron con gran interés. Marcos no sólo me interesó, sino que también intercambiamos correo electrónico y me dijo de vernos de nuevo.

Los recuerdos de Marcos
Marcos me llevó a un almuerzo con un amigo suyo de la universidad, después de la fiesta. Jugamos al fútbol en la calle e hicimos los deberes juntos. Quedé dormido mientras estudiaba y Marcos me hizo una foto y la mostró entre risas a los amigos.

El recuerdo más impresionante para mí es que me llevó a la iglesia de Tibidabo, en coche. Conocía al sacerdote, y el sacerdote nos llevó a un piso superior, donde los turistas no pueden acceder. La vista de toda la ciudad de Barcelona y el Mediterráneo me ensanchó el espíritu. Al mismo tiempo, la vista me hizo caer en la cuenta de que esta ciudad tiene una naturaleza rica, tradición, historia y un gran clima cultural, rodeada de mar y montañas y un cielo azul claro.

Cuando llegamos, desde el piso de arriba, la puesta de sol anaranjada nos esperaba. Marcos dijo que Dios nos la había puesto delante. Ese atardecer y la sonrisa de Marcos me siguen apelando ahora.

Lo que me enseñó la muerte de Marcos
Me dijo: «Quiero ser sacerdote». Pienso que hubiera sido un gran sacerdote si viviese… Era activo y divertido, muy querido por sus amigos y tenía un corazón comprensivo. No podía creer su muerte inesperada. Demasiado pronto para salir de este mundo. Pero, él vive en mi corazón incluso ahora. Quiero vivir con él en mi próxima vida. Aunque compartí poco tiempo con él, siento un profundo dolor. Esto es todo lo que puedo decir ahora. Cuando vuelva a visitar Barcelona, quiero ver el mundo que Marcos dejó.